Suelo fijarme en los rincones, en las madrigueras, en las casas abandonadas. Son acercamientos a una vida paralela, vivencias marginales, sensaciones emocionales huérfanas. Las vías del tren también hablan de nosotros: basura global, basura gratuita, basura sin cuna. No tiran lavadoras encima de las vías por las molestias e incomodidades del traslado. Lo que más me molesta de estos estercoleros emprendedores es que nadie embellezca estos entornos con notas de poesía lanzadas desde el andén, notas de poesía planeadoras, sueños en papel escrito, que siembren esos paisajes de fealdad oscura, confiando que se manifieste el milagro y que esos poemas broten en el barbecho de una futura primavera. .
Coincido plenamente con lo que relatas y me gusta tu manera de hacerlo. Gracias y buen día.
Muchas gracias. Si es quela poesía hace bien en cualquier parte. Saludos