La Quinta de los Molinos nos propone un antídoto a base de campos de almendros para relajar la tecnología en vena del día a día

Situada dentro de los madriles, esta finca, hoy jardín público, es un remanso de paz donde su protagonista principal es el almendro en flor. Dependiendo del momento en que se visita se puede seguir este bello ciclo natural en sus distintas fases. A puerta del transporte público es un mar de gente los fines de semana, pero si alguien puede escaparse una jornada normal, podrá degustar todo el escenario de forma más relajante y, respirar otras esencias que conforman nuestra vida, dado que no todo tiene que ser tecnología punta, combates cuerpo a cuerpo con las hipotecas o permanecer, sin rechistar, en el malvado hechizo de las prisas y más prisas. Sería bueno recordar, de vez en cuando, que el mundo no tiene porqué acabarse mañana. Y si se acabara hoy, ahora mismo, nada mejor que pillarnos contemplando almendros en flor.

Las fotografías son de Mabela Regueras. Y en el caso de que los cielos no publiciten el fin del mundo os aconsejo leer la siguiente entrada