La arquitectura, al igual que no pocas personas, se manifiesta fantasmal, como la vida misma, cada vez menos contenido interior en las fachadas. ¿La moda de la involución? No dudo que este esqueleto urbano se robustecerá con cemento y unas capas de obras y maneras, pero no tengo tan claro que sea tan sencillo vestir el interior de las fachadas humanas. Mucha gente por la calle se quedaba mirando la fantasmal aparición que bien parecía estar colgada de los aires, al igual que las marionetas, otra singular y curiosa semejanza y paradoja. En fin, hay que decorar la casa y tiene que haber de todo.