Hay que estar abiertos a las nuevas tecnologías y a todo aquello que nos proporcione equilibrio y bienestar. La jungla de asfalto, el caos urbano, sin ir más lejos, presenta muchas posibilidades de mejora, por ejemplo, las papeleras móviles. Cada vez contemplo más a menudo la destreza e iniciativa de algunos compañeros urbanitas a la hora de desprenderse de sus basuras. Algunos, los más tradicionales, todavía usan cubos y contenedores y la vieja papelera anclada en las calles. Ha llegado, parece ser, el momento de utilizar los coches para llenarlos de nuestras sobras y enviarlas a cientos de semáforos de nuestra presencia. Y conste que he visto productos más sucios y dañinos que una simple lata de refresco a lomos de un coche.