Archivos Mensuales: junio 2023
ESTAMPAS ENTRAÑABLES
Existe la necesidad mundana, el ansia turística y el boato por la grandilocuencia, respecto a los grandes, impactantes y rimbombantes enclaves «trascendentes», pero no disponemos de una guía que nos descubra las otras arquitecturas vitales, sencillas y singulares. No está a nuestro alcance el inventario de iglesias humildes y recintos entrañables. Eso sí, las grandezas de los siglos no siempre son eternas.
LA EMPAREDADA DE ASTORGA
Celdas que habitaban personas para sacrificar su vida y obtener así el favor de la gloria
Hay retazos de nuestra historia que pensamos pertenecen a leyendas o encantamientos, pero no, en Astorga, en la calle de Santa Marta, junto a la catedral, una celda nos recuerda un procedimiento radical que elegían algunas personas para mortificarse y alcanzar la gloria. La celda de las emparedadas es un espacio irregular, con una ventana abierta a la calle, por donde recibían limosna y alimento y que se aprovechaba para cierta comunicación. Otra ventana comunicaba con la Capilla Mayor de la Iglesia de Santa Marta, con el fin de no perderse los oficios. Son muchos los documentos que hacen referencia a las emparedadas, por ejemplo, el testamento de 1344 que hizo el canónigo de la Catedral D. Pedro Domínguez que: Manda “a cada una de las emparedadas de Astorga sennos maravedís”. Un paseo por la historia que merece la pena conocer y visitar.
- Calle de la «emparedada»
- Celda de la «emparedada»
- Perspectiva de la celda y capilla
ASFALTO DE CONFORT
He hecho una fotografía a una porción de acera que creo no es la misma que recorrí ayer. Esta desaseada y deteriorada, pero creo que lo hace para disimular. También he tomado nota de un borrador de asfalto que nace justo cuando muere la acera. No lo difundo por seguridad. Muchas veces no reconozco las aceras y calzadas. Se trata de un desencuentro emocional. Cuando subo en el ascensor y pulso un piso diferente al acostumbrado, el cerebro me avisa que no es mi rellano de confort, que ese rellano no está clasificado en mi archivo de supervivencia. Todo ello me hace pensar que ya no piso mi mundo. Tengo que hablar con el psicólogo o el conserje, antes de que sea demasiado tarde.

TULIPANERÍA
Los tulipanes, parece ser, nacieron en las tierras del Imperio Otomano y llegaron a Holanda en el siglo XVI. Su primer gran tratado se debe a Carolus Clusius, que alcanzó tanto éxito que su jardín era asaltado de continuo para hacer desaparecer los bulbos tulipaneros. Crecieron junto a la «Edad de oro holandesa». Fueron protagonistas de cuadros, festivales varios y provocaron en su momento una importante crisis económica , incluso se convirtieron por un tiempo en moneda de cambio. Igual no existe el término «tulipanería» pero para entendernos, viene a ser una tienda de tulipanes con toda suerte de productos, inventos y posibilidades ensoñadoras y cromáticas. Eso sí, estos establecimientos no son perfectos. No hubo manera de comprar una maceta de albahaca, ni tampoco de margaritas.



