La naturaleza nos ofrece «productos» que combinan la belleza y el peligro. Seguro que tiene sus razones, las entendamos o no. Valga como ejemplo un escenario bucólico, pleno de detalles hermosos, citemos un panal, un hogar de abejas, avispas y otros seres virtuosos. Contemplarlos a cierta distancia es crucial, no sea que en un momento indeterminado podamos ser perseguidos por sus ejércitos. Ponerse debajo para mirar, no es acertado, mejor disfrutarlos sin correr peligro. (Fotos de Tuchy Regueras)