No es un disfraz, no tiene nada que ver con el steampunk y tampoco es el vestuario de un friki en haloween. Estamos ante una auténtica joya de la indumentaria popular en las zonas zamoranas de Aliste, Alba y la fronteriza Tras os Montes. Muchos la confunden con la Capa de Pastor, muy parecida en los trazos, pero sin su rica ornamentación y significación. La primera vez que la contemplé en directo fue en la conocida procesión de Bercianos de Aliste, dado que son muchos quienes la llevan puesta en esas fechas, otros, van ataviados de la mortaja que lucirán eternamente en sus féretros. Una forma de enfrentarse a la muerte desde hábitos vitales más festivos. Sirvan estas líneas para rendir homenaje a la Capa Parda.

                                                                                     Foto de Tuchy Regueras