Para degustar las bellezas, historia y realidad de la catedral de Sigüenza es necesario pertrecharse de amplia documentación, paciencia y espíritu de disfrute por los descubrimientos que su presencia y esencia nos desvelará generosa. No vamos a citar para nada la capilla del Doncel, eso lo dejamos para una próxima ocasión. Nace esta singular catedral en el siglo XII de la mano del obispo Bernardo de Agén, cuando derrota a los árabes en 1124. Si bien fueron los siguientes obispos los protagonistas de las distintas fases de su construcción.  Las obras, en el aspecto arquitectónico, llegaron hasta el siglo XVI y hasta el siglo XVIII si hablamos de su contenido ornamental. No podemos olvidar la restauración que vivió la catedral para superar los destrozos de nuestra guerra civil. Su nacimiento fue románico pero contemplamos en conjunto un claro ejemplo de arquitectura cisterciense proyectándose al gótico. Sus naves, capillas, todo su inventario arquitectónico, nos propone un itinerario sin fin: románico, cisterciense, gótico, renacimiento, plateresco, barroco…Y no sigo, sugiero una serena visita a la catedral de Sigüenza, para sumergirnos en nuestra historia, en nuestras raíces. (Fotografías de Tuchy Regueras)

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