DULCES TETILLAS
Pues sí, las «tetillas de monja» son dulces muy apreciados. No por su sabor, contenido o finura. Su mayor reclamo se centra en su presentación y denominación, cajas coloristas donde figure bien grande y claro que son «tetillas» y, por supuesto, la imagen de una señora monja provocando sin remilgos el consumo del dulce. Su consumo no conlleva bulas ni cambalaches ni mediaciones de última hora para salir adelante de algún hipotético aprieto en el más allá.
De hecho, en monasterios y sacristías no se hace uso de este singular dulce. También he comprobado como en muchas pastelerías solo se venden «tetillas» a los mayores de 18 años y, en algunos puntos del extranjero, llevan adherida una pegatina que avisa de sus posibles consecuencias nocivas para la salud. Un amigo, bueno, amigo, pero no tanto, creó una marca denominada «tetillas de quinceañeras» pero acabó en la cárcel por pederasta-delicatessen. Otro amigo, no, amigo no, conocido tan solo, puso en el mercado unos dulces que respondían al nombre de «tetillas de las congresistas» pero en una noción de censura del mercado alimentario político invalidaron su comercialización. Parece ser que no es del todo malo llevarse una tetilla de monja a la boca, pero no sé si mi idea, bueno, mía no, de un vecino de casa, puede aprobarse sin problemas. Creo que igual sería una buena idea para emprendedores dentro del universo pastelero sacar al mercado «falos de monje». Alguna asociación feminista nos ha mostrado ya su apoyo en la aventura comercial dado que significaría igualdad de trato y desatino. Y claro, de perdidos, todos al río.
Si no te ha disgustado mucho este texto te animo que pruebes con el siguiente
Publicado el diciembre 3, 2014 en Artículos Propios y etiquetado en falos de monje, pasteleria emprendedora, Tetillas de monja. Guarda el enlace permanente. 5 comentarios.

Que erótico festivo tan poco típico de la Iglesia que lo esconde todo… 😛
Ten en cuenta que no las produce la iglesia…creo. Saludos
Algo se llevan fijo… Creo que me estoy metiendo en un jardín del que no sé si sabre salir. Así que cierro mi boquita… 😛 muy chula tu entrada
Muy gracioso tu post. A mí me encantan… están riquísimas… 😉
Tu propuesta no la secundo. Que se los coman entre ellos y dejen de comerselos a niños. Y luego lo encubran ( delito que tendría que ser perseguido de oficio, cosa que no se hace y no entiendo por qué: ¿por qué no se procesa al obispo de Granada ? )
Hola
No, la propuesta no es mía y tampoco la apoyaría. Es un tema ese demasiado delicado, triste y trágico para mezclarlo con un post que busca, claramente, otras finalidades. Un cordial saludo