Amor y Lectura
Es el binomio casi perfecto, pero…..confundir a Verdi y Tele Cinco por lo de «Aida»
Acabaré vendiendo mis libros para comprarte ortopedia de entretenimiento
Es cierto, miras en Google y aparece antes la Aida de Tele 5 que la Aida de Verdi. Esa es una de las cosas, entre otras muchas, por las que creo que se avecina el fin del mundo. Me gusta pasar las horas con Jennifer, aunque yo prefiero llamarla Jimena. Es un potro desbocado en la cama, una auténtica mujer de la periferia, nada de simulación o recato. ¡Todo a carne viva! Se muestra tan vital y desinhibida que se me pasa la sesión mirándola, esperando, que de un momento a otro, se transforme en un súcubo. Yo no creo en cosas de esas, pero….Me encanta pasar horas y horas en esta buhardilla deforme y deshabitada. La tenemos destinada para cuando nos quiere visitar alguien del ala pobre de la familia: sillas incómodas, perfume a humedad rancia y la nevera más vacía que mis promesas de amor. Jimena quiere un novio de la zona alta o un artista para presumir ante el resto de cajeras del supermercado y yo quiero ayudar a la población del inframundo. Me encanta hacer el amor, pero me canso enseguida. Lo mío es el golf, el polo y….la lectura. Bien, yo accedo a sus fantasías y, en algunas ocasiones, fechorías eróticas, sin ningún tipo de reproche, pero luego, ella está obligada a leer conmigo un libro en la cama. Una línea ella, una yo; un párrafo ella, otro yo. No pienso dejarla escapar de mi cama sin haberla enseñado a leer. La Introducción del libro se la tiene que aprender de memoria. Ella me dice que tampoco me dejará hasta que aprenda a hacer el amor como es debido. No sé porqué dice eso. Tenemos una apuesta, si yo gano, ella se matriculará en un curso de «FP». Si gana ella, yo venderé todos mis libros y le regalaré de esos aparatitos a pilas tan de moda que han sustituído a los amigos invisibles. La solución de este amor con lectura se encuentra en la foto que acompañan estas líneas.
Publicado el enero 16, 2014 en Textos Propios y etiquetado en lecturas literarias, libros, literatura, manuel villa-mabela, microrrelatos, relato breve, tuchy regueras. Guarda el enlace permanente. 5 comentarios.

Esa ironía un poco ácida me encanta, eres todo un crítico, suave y al mismo tiempo punzante y llegas con gran facilidad. Tus entradas enganchan. Felicidades.
Te agradezco tu comentario. Muchas gracias. Seguimos en contacto. Mis mejores saludos
🙂 🙂
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