WALKIE TALKIE PARA DIFUNTOS EN PRUEBAS
SECUESTRÓ A SU HIJO Y LE MANTUVO AÑOS Y AÑOS VIVIENDO EN UN ATAÚD
Para que no se sintiera solo en el frío féretro le regaló en uno de sus cumpleaños un walkie talkie para charlar y entretenerse ante tanta eternidad de celofán artificial
Ignoro si su problema viene de alimentarse en exceso de nabos en tiempo de adviento o de la interacción desafortunada de huevos fritos de corral con patatas descongeladas a destiempo, pero mal, estaba mal desde siempre. No ha crecido mimada por la salud mental. Una pena porque tiene buen aspecto físico, paladea piedras de amatista para no emborracharse y tiene mucha retentiva administrativa. Hubiera sido una funcionaria ejemplar. Para mí todo empezó cuando no se reconocía delante del espejo. Quince intervenciones de cirugía estética dejan herencia psicológica a la fuerza. También se comenta que le sentó muy mal quedarse plantada en el altar. Sobre todo la última vez, las anteriores las tomó como meras anécdotas de improvisación masculina por reclamar atención. No quiso saber nunca más de hombres pululando por su vida y decidió adoptar un muchacho a quien enseñar maneras y convertir en la pareja ideal de cualquier mujer. Quiso revolucionar el amor, pero no le salió bien. El chico resultó ser el anticristo de su terapia afectiva y decidió poner fin a su potencial vida amorosa-aventurera encerrándole en un ataúd y convencerle de que estaba muerto. Pero era su hijo y pensó que con mensajes y catequesis para canalizar su comportamiento a través de un walkie talkie podría conseguir una resurrección de personalidad ejemplar para presentarlo al mundo femenino como el milagroso varón que todas podrán disfrutar en la nueva era que se avecina.
Publicado el febrero 9, 2014 en Textos Propios y etiquetado en lecturas literarias, libros, literatura, manuel villa-mabela, microrrelatos, relato breve. Guarda el enlace permanente. 9 comentarios.
Me gusta lo del walkie talkie. Estaba bien loca… Muy buen relato, genial!
Es que atravesamos momentos muy delicados y cada uno se sale por algún sitio. Gracias. Abrazotes
A ti.
Genial Manuel.
Vaya, era una mujer decidida a pesar de todo. ¿Por qué no se decidiría a ser normal?
Por cierto, el médico de la salud pública y el enseñante de la escuela pública son funcionarios también. Yo creo que querías decir asesores, esos si que no pegan golpe y están para poner problemas.
Saludos
Desde luego nada contra el funcionarido positivo. Faltaría más, esos hay que fomentarlos
saludos
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