Para los amantes de las impresiones emotivas filosóficas, recomendamos una visita placentera y profunda por la bella ciudad portuguesa de Évora. Encontrará casi de todo: Iglesias, Templo Romano, calles plenas de nostalgia y sabor, sin olvidar el rico bacalao. Pues bien, antes de abandonar la ciudad y turistear por otros lugares es obligatorio acercarse a la Iglesia de San Francisco donde encontrará la conocida Capilla de los Huesos. La Capela dos Ossos data del siglo XVI y se debe a un monje franciscano que decidió llevar a sus hermanos hacia la contemplación y transmitir el carácter efímero y transitorio de la vida. De ahí la solemne inscripción que se puede leer en su entrada: «Nosotros, los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos». Poética cita que nos conducirá a la Capilla en sí misma para poder contemplar todos los huesos posibles de otros caminantes de este mundo que pasaron antes que nosotros por la taquilla vital. Vale la pena acercarse a Évora y , desde luego, acudir a la Capilla para entender más si cabe que todo esto de la vida es solo cuestión de tiempo. Un par de cadáveres disecados y algo así como unos cinco mil huesos esperan saludarnos con entusiasmo.

                                                                         Foto de Tuchy Regueras