PUERTA ENGAÑADORA
- Puerta disimulada
Hay puertas con una única misión:engañar. Son puertas que presentan alguna dificultad, que parecen más complicadas de alcanzar, pero todo su credo de apariencias solo responde a un motivo: sorprender nuestras expectativas. Son puertas ficticias, decorativas, medio inútiles, puertas que nos reconducen al punto de partida. ¿Tiene prisa por tomar atajos? ¿Se acaba mañana el mundo? La vida es caminar y abrir muchas puertas hasta que detrás de alguna de ellas descubramos el horizonte que deseamos seguir. ¡Cuidado! Esta filosofía vital no siempre responde a la realidad. Ahí está la gracia de la vida.
Publicado el enero 8, 2015 en Artículos Propios y etiquetado en autoestima, puertas del futuro. Guarda el enlace permanente. 6 comentarios.

Una ventana con vocación de puerta, o una puerta con alma de ventana.
Pues no quedará más remedio que intentar abrirla.
Natural, y qe pase lo que tenga que pasar, total, si todo está escrito. Abrazotes
Hola
Cuando puedas echa una ojeada en mi gorrión y mira el post: «La mala conciencia de unos amigos que no me regalaron nada en reyes», tenía ganas de fastidiar y hay una cosilla para tí. Abrazotes
Además, para eso están las puertas, para ser abiertas y descubrir, valientemente, qué se esconde detrás de ellas…
Un abrazo, Manuel.
Pues claro, cada día deberíamos abrir una puerta como ejercicio emocional o dos, si el cuerpo aguanta. Abrazos
Muy cierto…!!! Pero hay que abrir cada puerta con fe en Dios, sin temor en lo que se encuentre detrás.