LAS CRUCES MUDAS DEL VIEJO RIBADELAGO
La muerte sigue presente en muchos rincones de Ribadelago. Se encuentran todavía lápidas en jardines y huertos, sin que la memoria haya sembrado el olvido en sus habitantes actuales. En enero de 1959 la rotura de la Presa de Vega del Tera, un sector de ciento cincuenta metros de largo del muro de contención cedió y por esa longitud escapó un caudal de más de ocho millones de metros cúbicos que alcanzó el cercano Ribadelago, sin dar tiempo a sus habitantes a protegerse, tan solo tuvieron tiempo de escuchar un estruendo nefasto. De los 144 cuerpos desaparecidos solo pudieron recuperarse 28. Hoy Ribadelago ofrece pintorescos puntos turísticos, casas rurales sanabresas, senderismo por el cercano Lago de Sanabria y la iglesia dedicada a San Mamés, ubicada en Galende, comarca a la que pertenece Ribadelago. Pero si queremos conocer su historia hay que adentrarse en las zonas del viejo Ribadelago y, todavía, se nos encoge el ánimo visionando los testigos mudos del evento que nunca debió suceder.
Publicado el marzo 20, 2016 en Piezas/Lugares y etiquetado en Las cruces mudas del viejo Ribadelago. Guarda el enlace permanente. 6 comentarios.
Las fotografías del cementerio son impresionantes. Hablan por si solas. Además, el pobre vecindario nunca ha podido recuperar ni siquiera los cuerpos de sus seres queridos. Esta catástrofe no tenía porque haberse producido. Y por si fuera poco, los vecinos de Ribadelago tuvieron que tragar con la humillación de la dictadura.
Es una historia que todavía hoy perdura, difícil de olvidar. Saludos
Esto es parte de la crónica negra de España de las muchas muertes que se pudieron haber evitado y no se evitó. Y ahora algunos se lucran de aquellas tragedias con la escusa de que es para mantener vivo el recuerdo.
No en todos los casos pero si en una gran mayoría. Saludos.
Fue una tragedia con ecos que perduran por toda la comarca, desde luego, se pudo hacer más…pero nunca se aprende. Saludos
Este tipo de historias, donde la tragedia late silenciosa, me embriagan sobremanera.
Visitando estos lugares se llega a sentir de alguna forma la voz callada de lo que se fueron.
Gracias por compartir..
Besos!
Cierto, se respira una tristeza muy extraña y mira que el sitio y alrededores es precioso. Besotes