SERIE POESÍA PERFORMANCE: RINCÓN DE PECADOS
Por las noches, al abrigo del frío y los conciertos de soledades, se reúnen aquí, alrededor de la metafísica vital, todos los pecados huérfanos del mundo, los que aun no han encontrado espíritu que los mime y les de cobijo. También los pecados precisan un hogar, pero en este mundo no tienen buena fama, se les castiga tan solo por su esencia y presencia. ¡Qué pronto se olvida que muchos santos deben su gloria a su relación íntima con los pecados! Los pecados son forzados emigrantes de la armonía y el equilibrio, no hay nación espiritual que resuelva su situación de indocumentados. No pueden desarrollar, legalmente, sus energías, carecen de estatutos que cumplir y no poseen doctrina que seguir, por eso son huérfanos, nadie los quiere. Son algo así como las nuevas prostitutas de nuestros tiempos, se usan y se abandonan en las mazmorras del olvido. Nadie tiene la vocación de reeducarlos ni presentarlos a la familia. Son esos parientes lejanos de nuestra evolución íntima, que viven enterrados en la memoria y resucitan cada vez que requerimos su servicio y tutela. Tarde o temprano queremos conocerlos y alternar con ellos. En fin, no tienen derecho al retiro pero nunca formarán parte de las listas del paro metafísico.
Publicado el marzo 24, 2016 en Cosecha Propia y etiquetado en Poesía Performance: Rincón de pecados. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
En ese rincón se olvida la virtud y se guarda la negritud de las maldades de este mundo.
saludos.