Después de una temporada o más, cosido a los planteamientos, posturas, ideas, itinerarios y decisiones, de toda suerte, bueno es poner todo ello en barbecho, dejar que todo se temple y descanse, para retomar el sendero más propicio o el menos inconveniente, para seguir trenzando pasos hacia horizontes vitales constructivos. Nada mejor que internarse entre la naturaleza, paseando por caminos que no saben nada de las leyendas del tiempo, ni tampoco, del eco de las circunstancias y que viven en presente continuo la resaca de la serenidad. Pasear, pensar, reflexionar, hay que llenar el depósito de los sueños para volver a sembrar y cuidar los espacios que nos rodean.
oasis en jungla asfalto
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Este es uno de los mejores sitios para pasear y relajarse…
¡Un saludo y feliz año nuevo !
Estamos de acuerdo. Un 2017 lleno de cosas de verdad. Abrazotes
Comparto tu sentir. La naturaleza es fuente de renovación.
Un abrazo.
Y si nos sumáramos nos sorprenderíamos de los que somos. Gracias. Felices fiestas. Abrazos
Preciosa reflexión, pero la última frase me ha encantado “Pasear, pensar, reflexionar, hay que llenar el depósito de los sueños para volver a sembrar y cuidar los espacios que nos rodean”. Ojalá lo hicieramos más amenudo. Un cordial saludo
Nos faltan, muchas veces, hábitos constructivos de nosotros mismos. Saludos mil
Me ha parecido muy interesante esta idea del “barbecho anímico”. Es saludable y enriquecedora. Besotes 🙂
Ya sabes, tenemos que reiventarnos y dar lustre interior. Besotes y feliz semana
Hermosos lugares.
Y muy plácidos para pasear y soñar. Feliz semana.
A ti también, Gorrión.