No siempre se puede ser elitista en todo, pero es bueno proponerse un mínimo básico, una plataforma digna y decorosa desde la que abordar todos los objetivos, signos y directrices que debamos asumir. Empezamos el nuevo año y nos hacemos promesas de toda suerte, en ocasiones, muy duras y complicadas de materializar, si bien, hay que intentarlo, alguna subirá a nuestro inventario de logros. Pero para no desmoralizarse, bueno sería empezar por las cosas más sencillas, por ejemplo, se acabó experimentar estados metafísicos indeseables mediante el garrafón. No importa que sea más barato y campechano. Primera propuesta del nuevo año: No al garrafón.

Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
Igualmente!!!!! 🙂
Jajaja!!!! Eso está en la linea de mis propósitos del nuevo año…
Aunque, ahora que lo pienso… Yo ya me pasé a beber solo cerveza hace tiempo, jejehe.
Tendré qur pensar en otra cosa… 😉
Hay que hacer una lista de deseos semanal para ir barajando realidad y deseos. No es ideal pero en ocasiones funciona no ser tan perfeccionista. Feliz Año!!!!