PAN DE LOS POBRES
Tal vez el pan de los pobres debería evolucionar en su presentación y convertirse en opciones reales de estudiar y formarse, posibilidades científicas de trabajo, oportunidades de prosperar humana y socialmente, sin olvidar el milagro de dejar de ser pobres. Ser pobre no es malo en sí mismo, es un estado, en ocasiones transitorio, que gusta mucho de seguir en los documentales. Lo que duele es cómo los miran y tratan los demás compañeros de viaje. No tienen buen marketing humanista. En ocasiones me he preguntado si de verdad se quiere eliminar esta casta o se mantiene a la fuerza para camuflar nuestra caridad, nuestra auto-estima y ganar siempre en comparaciones sociales de dudoso gusto. (Fotografía de H. Martinez Pallarés)

Publicado el agosto 27, 2020 en Artículos Propios y etiquetado en Caridad mal entendida, Pan de los pobres, Pobreza y humanismo. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
Eso y las velitas para los santos son dos cosas que yo quitaría de las Iglesias. Un abrazo
Y alguna cosa más, pero el escaparate es el escaparate. Gusto en saludarte, abrazos