PENA, PENITA, PENA
Pena, penita, pena, que a estas alturas del cuento todavía se hagan necesarias orientaciones contrarias a conductas salvajes. Las imágenes que acompañan estas líneas pertenecen a una bolsa y pulsera repartidas entre los asistentes a unas fiestas populares en una localidad de la comunidad madrileña. Somos una civilización extraña, capaz de llegar a Marte con equipos de exploración, mientras una secta global de perturbados éticos no dejan de realizar tours por sus bajos instintos. Cierto que son minoría, pero aumentan y toman posiciones. Nos faltan muchas revoluciones por materializar y las humanistas, en todo su amplio sentido, siguen en pañales.


Publicado el octubre 10, 2022 en Artículos Propios y etiquetado en Agresiones sexuales, Fiestas y agresiones, Manuelvillamabela. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
Deja un comentario
Comments 0