NO ES LA PUERTA DE SERVICIO
Admito que en ocasiones me despisto. Debía entregar un paquete en una dirección. Por un hueco de la verja principal observé unos perros furiosos. No nos conocíamos de nada, pero su agresividad me recordó que vivimos tiempos de poca paciencia. Un guarda de seguridad armado hasta los límites legales me apuntó con una de sus armas de forma inequívoca. No me gustó su aptitud. También pude ver un autobús estacionado en una parada que llevaba a sus ocupantes, obreros y personal doméstico, hasta la entrada real de la residencia. Ese si era un síntoma de abrazo social con las clases menos pudientes. Al final nos entendimos con gestos y me indicó que la puerta de servicio se encontraba a un par de manzanas de distancia. Cuando hay comunicación da gusto.

Publicado el diciembre 7, 2022 en Artículos Propios y etiquetado en Autobús para el personal doméstico, Manuelvillamabela, Puerta de servicio. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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