Archivos Mensuales: diciembre 2013
LOS EXTRATERRESTRES Y LA NAVIDAD
No está comprobado científicamente que los extraterrestres canten villancicos en sus naves interestelares en estas señaladas fechas
De hecho no sabemos a ciencia cierta si existen los aliens, si bien, resulta sugerente tal probabilidad. No son pocos los investigadores y creyentes ovnis que apuestan por hilvanar de forma bien estrecha a los extraterrestres con nuestras figuras bíblicas. Las ganas, la imaginación y el mercado invitan a promulgar toda suerte de conjeturas. Desde luego no podemos negar que en nuestro pasado «conocido» se suceden muchas circunstancias ambiguas. Los textos antiguos están repletos de señales explícitas que ligan a los hombres con los dioses, ángeles y seres dimensionales. Igual alguna de estas referencias es cierta. Lo cierto es que el hombre se siente aprisionado en su jaula mortal mientras su mente gusta volar por los laberintos y confines de la mente y…..¿el espíritu? No veo nada negativo en la existencia extraterrestre, todo lo contrario, esa posibilidad abriría nuestras puertas vitales y nos acercaríamos a las cuestiones trascendentes que siempre nos acompañan, claro, que también surgirían nuevos interrogantes. Si están ahí que se manifiesten de una vez por todas y dejen de pertenecer al universo de la ciencia ficción. Lo que si me gustaría es que fueran un tanto más agradables de aspecto que las referencias que tenemos. Parecen todos cortados por el mismo patrón. Eso puede venir a significar que todos ellos pertenecen al mismo árbol genealógico, que están familiarizados por la genética y nosotros somos los patitos feos del universo. En el siguiente video tenemos imágenes de extraterrestres muy interesantes. Si son reales o los laboratorios de caracterización están evolucionando insospechadamente, es criterio y responsabilidad de cada uno. Pienso que vale la pena verlo y discutirlo, pero amigablemente, estamos en Navidad. De momento un servidor abre la puerta a su posibilidad real. No estoy diciendo que estemos apadrinados por alguno de sus programas de ayuda a los mundos espiritual y éticamente analfabetos. Estamos empezando a desentrañar muchos misterios pero me temo que aún no hemos atravesado el charco que nos permita acercarnos de verdad al perfume de la realidad. También es posible que nuestro mundo sea tan solo eso: parada y fonda. Y se acabó. Dado que estamos en navidades y no deseo atragantarme con los turrones, de momento, me quedo con mis creencias, si bien, evito pasearme por los itinerarios tenebrosos de los duelos y las pasiones y me quedo con la alegría y la esperanza de pensar que la vida no se detiene aquí y sigue cual cometa surcando otros universos. Espero que no se os indigesten otras posibilidades existenciales.
CHUCK BERRY
Música medicinal. Escuchar antes de que empiece la verbena de villancicos.
La revista Rolling Stone coloca a Chuck Berry como la quinta figura musical de todos los tiempos en su popular lista «Los inmortales». La misma publicación señala que es considerado la sexta mejor guitarra hasta nuestros días. Personalmente le haría subir algún peldaño, pero no es momento ni lugar para contradecir a los papistas del rock and roll. Lo que si es cierto a todas luces es que Chuck Berry ha influido de forma notable en la música rock y que su figura es menos que imprescindible para entender su puesta a punto y evolución. Son muchas sus piezas conocidas, recordadas y subidas a los altares, entre ellas, claro, no podía faltar en este regalo pseudo navideño su siempre excitante: Johnny B. Goode. Antes de los villancicos es indispensable alguna que otra cucharadita de Berry o… si se está en forma tomarse el frasco entero. Salud y rock and roll.
EL EXHIBICIONISTA DEL ASCENSOR
PREGUNTA EN EL ASCENSOR (VIII):
Perversión consistente en el impulso de mostrar las intimidades
Aquel ascensor se había convertido en un bazar de sorpresas. No parecía casi Navidad o….tal vez sí. Justo a mi lado una muchacha de servicio vestida tal cual, que me confesó, soñaba ser libre, enterrar sus horas cíclicas y desvirtuadas de felicidad. Su uniforme era cómodo y limpio pero no guardaba la etiqueta que exigía aquel ascensor. Pero como no se atrevía a tomar decisiones directas se las ingenió para subir junto a mí, perfectamente arreglado, para que el portero transmitiera su soberbia de forma inmediata a su señora y la despidiera por terrorista doméstica. Pasé un buen rato en el ascensor. Me gustan las reminiscencias barrocas. Muy bonito. Subió luego una gitana recia y digna que sin mirarme raptó mi mano para profetizarme, mediante su lectura, a qué piso me encaminaba. No acertó pero me encantó su autoestima. Casi nunca aciertan o….si. Los pronósticos cabalísticos los guardamos como oro en paño y le echamos la llave. Damos pistas pero no soltamos prenda. Y para finalizar mis subidas y bajadas me encontré con un exhibicionista. Me habían hablado de ellos, pero nunca habia tenido una experiencia en directo. Muy fuerte. Era un tipo alto y delgado con maneras amables y un sombrero vintage que decidió no quitarse en ningún momento durante su actuación. Llevaba una gabardina color caqui desteñido y, en el preciso momento en que el ascensor reemprendía sus labores, se acercó a mí y me enseñó sin preámbulos todo cuanto escondía. Se abrió generoso el ala izquierda de su gabardina de donde colgaba generosa una fotografía de una bella mujer vestida para misa de una. Sin medrar en sus ansias se abrió ahora el ala derecha de la gabardina para mostrar la foto de otra bella mujer con un estilo más rompedor. Con la cabeza y la mirada me obligaba a decantarme por una u otra. Nunca he vivido mayor compromiso. Afortunadamente entró otro degustador del ascensor a quien sometió de inmediato el exhibicionista con el mismo propósito. El nuevo viajador tenía más mundo que yo. Le dio un par de palmadas y sentenció: » querido amigo, su mujer es su vida, pero qué es su vida sino vanidad. Su amor es para siempre, pero cuidado, las mujeres son territorialistas, le abandonará en la primera ocasión» Salió y se perdió en el largo y profundo rellano. El exhibicionista me preguntó si había entendido todo o al menos algo y yo le manifesté con la mano que así, así, mientras me precipitaba sin destino fuera del ascensor. Bastante tengo yo con mis propias decisiones.
(Fotografía de Tuchy Regueras)
Aclaración a los lectores. Esta es la fotografía que colgaba
del ala derecha, pero con mejor aspecto)
MÚSICA PARA MOMENTOS ETERNOS
Georges Moustaki – La métèque
Nacido en Alejandría de familia judeo-griega recorrió el mundo con su música y sus ideas. Exponente clave de una época y admirador confeso de Georges Brassens, nos ha legado maravillosas creaciones como por ejemplo: Milord, que escribió para Édith Piaf, así como mediante sus personalísimas interpretaciones donde estamos obligados a citar su siempre recordada: La métèque (El extranjero) compuesta en el mítico 1968. Si ya conoces a Moustaki, recuerda y disfruta. En caso contrario, acepta esta pieza como un regalo sabatino cercano a la Navidad.