DULCES TETILLAS
Pues sí, las «tetillas de monja» son dulces muy apreciados. No por su sabor, contenido o finura. Su mayor reclamo se centra en su presentación y denominación, cajas coloristas donde figure bien grande y claro que son «tetillas» y, por supuesto, la imagen de una señora monja provocando sin remilgos el consumo del dulce. Su consumo no conlleva bulas ni cambalaches ni mediaciones de última hora para salir adelante de algún hipotético aprieto en el más allá.
De hecho, en monasterios y sacristías no se hace uso de este singular dulce.
Ver la entrada original 189 palabras más
Publicado el diciembre 3, 2014 en Artículos Invitados y etiquetado en artículo dulces. Guarda el enlace permanente. 3 comentarios.

Mmmmm!!! Se escucha muy dulce 😉
Me encantan las cosas pendientes, da la sensación de que la vida no se acaba nunca. Abrazos
La vida es como la queramos vivir
Besicos «caballerescos» 😉