Mi primer coche fue un seiscientos de quinta mano. Hablo de mi última reencarnación, claro. Siempre soñé con un descapotable y los Fórmula Uno se asemejan bastante. Tienen línea deportiva, aceleran rápido en los semáforos, tiran bien y su centro de gravedad hace milagros. Solo tengo un problema. Nada importante, pero es aparcarlo. En la calle me lo dejan perdido y en el parking de casa, los envidiosos hacen su agosto. También tuve un guarda jurado para cuidarlo por la noche, pero se aprovechaba de mi confianza, y sacaba a pasear en mi Fórmula Uno a todas las magas de la noche. ¿Solución? Llegar a un acuerdo con un gran edificio de oficinas de negocios, por la noche me lo guardan ellos en su hall como reclamo publicitario y, el resto del día lo utilizo yo, cuando no hay huelga de metro.

Formula I y aparcamiento

Formula I y aparcamiento

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