ESCENAS DEL CONVENTO DE LOS JACOBINOS
Hay enclaves culturales y artísticos que deberían ser más conocidos y apreciados. Citamos el Convento de los Jacobinos situado en Toulouse, construido con ladrillos rojos y siendo uno de los logros más significativos de la arquitectura languedociana. Contiene toda suerte de joyas como su claustro, la sala capitular, la sacristía, el refectorio o la célebre capilla de San Antonin, rodeada de pinturas murales pertenecientes al siglo XIV. No podemos olvidar citar su bóveda de veintidós metros soportada por una solemne columna estrellada, La Palmera, que cuenta once brazos. Y recodar que en su sede tuvo descanso el filósofo y teólogo Santo Tomás de Aquino, antes de ser trasladado a la Basílica de San Sernín. Todo un viaje cargado de belleza e historia que merece una visita.
Publicado el septiembre 27, 2017 en Viajes y etiquetado en Arquitectura Languedociana, Convento de los Jacovinos, Escenas de Toulouse. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
Qué precioso lugar.
Un abrazo
Pues sí, todo un descubrimiento, feliz semana. Abrazos