LA NIEVE NO SIEMPRE RESULTA POÉTICA
Me gusta la nieve, me serena su blanco manto y tal, pero cuando no la has pedido y te la entregan a manos llenas como que su ajuar poético mengua en mis ansias vitales. De todas maneras, hay que ser positivo, te puedes meter en la «cantina» de cualquier estación de renfe e interactuar con toda suerte de parroquianos, dado que hay afluencia masiva de peregrinos que abandonan su vehículo en la carretera y se adentran al calor de un café o una copa de queroseno del bueno. Al final te das cuenta que nunca pasa nada, si, te cabreas un tanto, pero luego te encanta contar todas las vicisitudes sufridas con una sonrisa puesta que enriquece tu anecdotario viajero.
Publicado el enero 8, 2018 en Artículos Propios y etiquetado en Anecdotario viajero, Nieve y Poesía, Peregrinos de la carretera. Guarda el enlace permanente. 5 comentarios.
Me acuerdo muy bien de esa nevada, fue mi primer año de colegio, ufff, que mayor que soy jaja.
Adeu.
jaja, de eso nada, la edad es solo una leyenda del tiempo. Y de verla en directo seguro que la disfrutarías y mucho, bona nit
Bueno, a veces si que pasan cosas, pero es cierto que la anécdota al final, queda en eso.
En Barcelona, un 8 de Marzo de 2010 se colapsó la ciudad, por la única nevada que recuerdo en 35 años. Fué un caos. A dia de hoy, aún hablamos de ella porqué no ha vuelto nevar. Ese día fue imposible llegar a casa, pero, a mi nadie me quita que en mi ciudad, un dia, nevó. :-D.
La nevada buena de Barcelona creo que fue en los sesenta, vi algunas fotos, más de medio metro. Eso si es posesía, pero todo vale para los recuerdos, Saludos
Si, tienes razón, pero la única que he visto y ha colapsado la ciudad, ha sido la de 2010 🙂 la de los sesenta en preciosas fotos 🙂