MUSEO DE CORTE Y CONFECCIÓN
Los establecimientos centenarios deberían convertirse en museos domésticos amparados por la historia doméstica, la antropología y el gusto por lo añejo. Muchos de sus escaparates son un recuerdo, pero también una invitación inspiradora. Sirva de ejemplo esta sastrería mostrando joyas del corte y confección. Para muchos serán reminiscencias de tiempos pasados sin más, pero dentro o no de la moda, personalmente, me siguen pareciendo lugares entrañables que merece la pena conocer, tanto por el muestrario de la indumentaria como por el inventario de saberes y anécdotas que custodian sus moradores. Charla, sonrisas y café están garantizados.
Publicado el julio 17, 2018 en Artículos Propios y etiquetado en Gusto por lo añejo, Museo Corte y Confección, Museos Domésticos. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
Muy cierto…
Te hubiese encantado una tiendecita que habia en Almeria. Dos mujeres mayores le hacian los vestidos a las muñecas con las telas que les llevaba la gente. Eran autenticas obras de arte, y por necesidad no por lujo. Cuando no existian miles de muñecas ni miles de vestidos en las tiendas.
Un besito gorrion. Un placer leer los trocitos de ciudad que recoges y nos traes.
Qué recuerdo tan poético y entrañable, pues sí, me hubiera gustado conocer ese museo-tienda. Gracias y feliz semana.