EL PASO DEL TIEMPO
Algún día nos pondremos de acuerdo sobre si es el tiempo el que pasa o somos nosotros, igual los dos o ninguno. Si bien esa clave metafísica es vital para muchos postulados, principios y objetivos, no es menos importante para el recreo nostálgico y poético. Todo a nuestro alrededor cumple aniversarios, gana enteros o pierde fuerza. Hoy, si tuviéramos que hacer una crónica severa de la historia de nuestra vida, aún siendo la misma a todos los efectos, no sería, probablemente, demasiado parecida a la descrita hace una década. La perspectiva y el tiempo viven en su propio mundo. Nosotros somos los peregrinos de su laberinto.
Publicado el noviembre 18, 2018 en Artículos Propios y etiquetado en El paso del tiempo, Peregrinos del laberinto, Tiempo y poesía. Guarda el enlace permanente. 10 comentarios.
El tiempo…
Ese ente indefinible e imparable.
Ahora pertenecemos a él.
Después seremos solo recuerdo.
Es así y nadie puede evitarlo.
El verdadero amigo invisible de todos. Saludos
Muy bonita reflexión, pero ya mi frase está en pasado.Abrazos de tiempo presente
Gracias y abrazos futuros, feliz semana
El tiempo es pasado.
Cada cosa que hacemos es pasado y los minutos se nos escapan.
¿Uno más? ¿Uno menos?
De acuerdo a como pienses.
Saludos.
Me da para pensar, gracias.
Bueno, tampoco nos pasemos. Gracias y feliz semana
jajja, en pensar nunca me paso…
Que preciosa reflexión….
Un abrazo, Gorrión.
Muchas gracias, feliz semana. Abrazotes