Hay muchas formas de contemplar el espectáculo de la vida. Desde una terraza, con invitación, sobre un gallinero, forma okupa, desde una residencia de paliativos o desde una cómoda butaca de platea, cercana a los palcos vip. Tal vez, esa es la razón, para que las opiniones sobre la vida, sean tan diferentes y distantes, entre los habitantes vitales. Igual sería bueno que todos tuviéramos que pasar por todas las posibilidades, claro que esa opción es complicada de materializar y tal vez, no es políticamente correcta. La vida y el teatro comparten muchos ideales y escenarios, quizás no fuera mala idea vivir las funciones y teatralizar la vida.