VAREO Y PAISAJE OLIVAR
Mediterráneo en mayúsculas, sabor a tierra, conciertos de chicharras y alrededor, desde cualquier horizonte, el paisaje olivar: cercano, tradicional, duro, inhóspito pero hospitalario. Y a su debido tiempo, el jaleo, el espectáculo de derribar aceitunas con una vara, varear. Experiencia y contacto con la naturaleza para quienes no viven de ello; labor quejosa, esforzada, pero agradecida, para los que viven del cultivo servido por el mediterráneo en bandeja de plata.
Publicado el diciembre 19, 2019 en Piezas/Lugares y etiquetado en Concierto de chicharras, Paisaje olivar, Varear. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
Que duro trabajo el del aceitunero altivo como ya decía el célebre don Miguel Hernández
Duro, muy duro y nunca bien considerado. Feliz finde, saludos