POESÍA SOBRE EL DUERO
Pocas ciudades con mayor encanto que la vieja, pero siempre palpitante y actual, Oporto. Su fortuna por compartir vecindad con el Duero le ha otorgado una poesía urbana singular que sabe aprovechar hasta el último sorbo lírico. Sus calles son laberintos cromáticos, escenas vitales que transmiten ganas de lanzarse a cualquier experiencia y aventura que aparezca en nuestro camino. Volver a Oporto es siempre un regalo y los regalos hay que compartirlos.
Publicado el marzo 21, 2015 en Viajes y etiquetado en Oporto, Viajes. Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.
Me debo ese viaje hace tiempo…
Una auténtica gozada, no te lo pierdas. Abrazotes
Al mes que viene tengo previsto viajar a Portugal.
Me acercaré a Oporto.
Saludos.
No dejes de hacerlo y prepara un buen itinerario antes de llegar. VALE LA PENA. Saludos