No es tecno-poesía, tampoco son versos mágicos, nada que ver, con las emociones desatadas de un enamorado primerizo, sencillamente, es alguien que confunde el mobiliario urbano con su cuaderno poético. Un puñado de pivotes amanecen llenos de líneas emocionadas. Supongo que todo ese trabajo tendrá un destinatario/a, pero no sería bueno que entre todos le regaláramos unas hojas sueltas para que pueda dar rienda suelta a sus sentimientos y sueños sin tener que manchar la estética ya degradada que nos rodea. El autor/a de estas pintadas, cualquier día se escapa a la naturaleza y nos deja los árboles hechos una pena.