HAY QUE BESAR “EL CUL DE LA LLEONA” PARA NO SALIR O RETORNAR PRESTO A GIRONA
Hacía una mañana estupenda y el casco viejo de Girona me gusta, es decir, paseo a la vista. Pues bien, paseando por la Plaça de Sant Fèlix, contemplando a la famosa leona, recordé que cuenta la historia o la leyenda, no recuerdo bien, que en la calle Calderers se levantaba El hostal de la Leona y como reclamo publicitario una felina de buen porte trepaba por una columna encastada a la pared. Parece ser que a todo el que acertaba a pasar por su lado se le iban las manos al culo, cosas que pasan, y el toque cariñoso-escatólogico se convirtió en costumbre y luego, un paso más en las confianzas, se pasó del toque al beso. Y por el motivo que fuera quedó establecido que quien lo hiciera no saldría o retornaría pronto a la ciudad. El hostal se perdió en el tiempo, pero queda bien patente una escultura con escalera para hacer con el culo de la leona lo que plazca y, la confianza de que al hacerlo, pronto volveremos a esta bella, entrañable y sorprendente ciudad. Hay turistas que hacen trío con la costumbre.
Publicado el marzo 14, 2016 en Viajes y etiquetado en El culo de la leona. Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.
Lo que acaba siendo una costumbre puede acabar en tradición y algunas son muy simpáticas. 😉
Y esta lo es. Resulta divertido ver hacer colas para subirse a una pequeña escalera para besar a la leona. Turismo, marketing, divertimento…en pocos años se convertirá en leyenda y tendrá orígenes cuasi metafísicos, al tiempo. Abrazos
Manuel Villa-Mabela eres un gran escritor y un gran visitante de lugares entrañables!
No creas, pero entretiene mucho. Ya me contarás esos recuerdos de Girona, suenan bien. Un fuerte abrazo, Andrés.