LOS ARAÑAZOS DEL TIEMPO
Siguen siendo, a pesar de todo, bellos exponentes de una arquitectura tradicional, complaciente, con los gustos y modas, recorridos a través de su ya dilatada historia, pero los arañazos del tiempo hacen que precise de asistencia médico-sanitaria y dado su espíritu y elementos, debería tramitarse con urgencia su diagnóstico para una posterior cura, tanto a arquitectos y albañiles como recomponedores del tiempo en general. No hay que olvidar a poetas, alfareros y soñadores de la nostalgia. Si no se recuperan estas casas en tiempo y manera, ya no precisarán medicación de ningún tipo, sino un hermoso féretro de cartón piedra para trasladar sus restos a la cantera más próxima.
Publicado el agosto 9, 2016 en Artículos Propios y etiquetado en Los arañazos del tiempo, manuel villa-mabela. Guarda el enlace permanente. 9 comentarios.
La modernidad prefiere lo efímero a lo perenne, cuando podríamos convivir arreglando edificios antiguos adaptándolos a la actualidad. Sólo en algunos casos muy concretos se hace. UN cordial saludo
Pues igual tendremos que parchear las prioridades. Feliz semana. Saludos
Qué bueno sería si pudieran restaurarlas.
Arañazos!!! Terribles arañazos difíciles de restañar!!!
Claro, por eso no hay que dejar que esas cosas vayan a más. Saludos
Que profundo me ha parecido, pero que gran verdad!
Es que es una pena que nos acordemos de solucionar cosas, cuando ya no se puede o cuesta tres veces más. Saludos
Más que arañazos parecen zarpazos 😉
Por no asustar