BOTELLÓN NON STOP
No suelo ir de botellón, me gusta beber acompañado, pero a solas. Me gustan los botellones ecológicos, los botellones vegetarianos, los botellones poéticos, los botellones metafísicos y los botellones en los aparcamientos, pero, los nuevos propietarios de mi garaje favorito han decidido, cruel destino, no permitir esta «socialización popular» en su recinto y pretende que hagamos botellón extramuros de sus posesiones. La depresión está corriendo por las venas de los adictos a dicho evento. Vamos a manifestarnos hasta que la cordura entre de nuevo en los garajes. Sin la locura de unas gotas (o algo más) de alcohol, quién puede superar la realidad? Eso o que se nos permita un abanico de oportunidades para poder vivir o un amplio surtido de cursos vitales para abrazar esperanzas dignas. Y conste que me han echado de muchos botellones por no beber, pero eso ya sería otra historia.
Y para pasar el mal sabor de boca os recomiendo la siguiente entrada
Publicado el agosto 2, 2015 en Artículos Propios y etiquetado en Botellón. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.

🙂
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