Primero nos tendríamos que cuestionar qué es un paraíso, cuántos hay y si nos conviene el asunto. Hay personas que alcanzan la felicidad en un pajar, en una ciudad de tercera división o en un maltrecho ascensor estropeado ¿Qué esperamos de un paraíso? En la fotografía que acompaña estas líneas vemos que la entrada está en desuso, puede que porque no tenga valor lo que guarda, puede que sea demasiado hermoso para disfrutarlo y se invita a no traspasar la frontera o puede que sea una entrada trampa. Pero… ¿qué puede perderse por intentarlo? Lo positivo, tal vez, consista en tener el valor de descubrir cosas nuevas y, nunca se sabe, tal vez la puerta más destartalada conduzca a nuestra felicidad. Mejor probar/descartar que pasarse la vida recordándose aquello de ¿por qué no lo intenté? Feliz Cuarentena.

Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
Tienes razón, que nadie diga que fuemos cobardes por no cruzar una puerta desconocida…
Cuídate.
Y detrás de otra puerta, la libertad de la salud. Abrazos en cuarentena